domingo, 7 de marzo de 2010

AUTORES


Imagen tomada de google imagenes

WISLAWA SZYMBORSKA

(Kórnik, Poznan, 1923) Poetisa polaca,recibió el premio Nobel de Literatura 1996. Estudió filología y sociología después de la Segunda Guerra Mundial en la Universidad Jagellónica, después inició su andadura literaria, consagrada esencialmente a la poesía, aunque también a la crítica y el ensayo en diversas publicaciones periódicas, en particular en Vida Literaria
.

ha sido galardonada con importantes premios entre los que se destacan, Premio del Ministerio de Cultura Polaco 1963, Premio Goethe 1991, Premio Herder 1995. Recibió además el título de Doctor Honorífico de la Universidad Adam Mickiewicz en Poznan, 1995.

POEMAS
A mi corazón el domingo

Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte, por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por diligencia innata.

Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.

Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del todo,
y sigo separada hasta en el sueño.

Cuidas de que no me sueñe al vuelo,
y hasta el extremo de un vuelo
para el que no se necesitan alas.

Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo,
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continúa el movimiento de un día laboral.

De "Mil alegrías -Un encanto-" 1967
Versión de Gerardo Beltrán

Bajo una pequeña estrella

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado
por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo
el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco
de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño
a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas
respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos,
cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica
porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas
y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.


CESAR FERNÁNDEZ MORENO




Reconocido Poeta y ensayista argentino, representante de la Generación del 40, pero que se identificó con las posteriores, no sólo a través de su obra creativa sino como antólogo y teórico de las nuevas corrientes.

Entre sus logros Fundó y dirigió la colección poética Fontefriada y las revistas literarias Contrapunto, Correspondencia y Zona; fue crítico de cine en la revista Nosotros, colaborador del diario La Nación y de la revista Sur. Cubrió la etapa poética de la Generación del 40 como cronista y escritor; como crítico, situó principalmente los núcleos generacionales de la poesía de vanguardia argentina, lo que se documenta en su obra La realidad y los papeles (1967).
Su primer libro, Gallo ciego (1940), contó con un famoso prólogo en verso de su padre, B. Fernández Moreno. A esta época también corresponden Romance de Valle Verde (1941), La mano y el seno (1941), El alegre ciprés (1941), La palma de la mano (1941).

sábado, 6 de marzo de 2010

ENSAYO DEL MONO GRAMÁTICO

EL LENGUAJE Y SUS FORMAS EN LAS SENSACIONES Y PERCEPCIONES

EL MONO GRAMÁTICO de OCTAVIO PAZ, es un libro que le da un revolcón al lenguaje y pone al lector en una difícil tarea de interpretar cada una de sus frases. Siempre está contradiciéndose y esto hace que hagamos un pare y volvamos a leer para poder descifrar lo que con esto nos quiere decir el autor.

La metáfora es la herramienta de la que se vale Octavio Paz para describir su camino hacia Galta y describir el jardín de Cambridge, en donde plasmando una serie de ideas que al mismo tiempo van avanzando en ese propósito de ir hasta el fin, que es lo que propone al inicio de su relato.

El trato que le da Octavio Paz al lenguaje en El Mono Gramático es muy fuerte, lo envuelve tan fuerte que hace que en ocasiones uno se sienta confundido y se vale de analogías para representar su camino.

Dentro de esa narración encontramos Sensaciones y percepciones que explican de alguna manera la intención del autor, aunque también tienen un grado de dificultad y uno como lector se queda en el mismo camino, porque el autor relaciona una cosa con la otra, estos significa lo mismo que esto, pero entonces es aquello, que sería lo mismo que esto y así se va todo el libro, entonces para entender el libro y disfrutar su lectura es necesario conocer un poco de esa historia que el tarta de representar que es basada en una cultura Hindú y el contexto espacial que es la India.

Como ejemplo de sensaciones y percepciones tomo textualmente un párrafo de su libro para hacer la relación. “ El árbol que está allá entre los árboles no es el árbol que digo sino una realidad que está más allá de los nombres, más allá de la palabra realidad, es la realidad tal cual, la abolición de las diferencias y la abolición también de las semejanzas; El árbol que digo no es el árbol y el otro, el que no digo y que está allá, tras mi ventana, ya negro el tronco y el follaje todavía inflamado por el sol poniente, tampoco es el árbol si no la realidad inaccesible en que está plantado :

Entre uno y otro se levanta el único árbol de la sensación que es la percepción de la sensación del árbol que se disipa, pero

¿Quién percibe, quién siente, quién se disipa al disiparse las sensaciones y las percepciones? ” Mono gramático páginas 49-50.

En este párrafo podemos hacer un análisis de lo que expongo acerca del mono gramático y su intención, El autor tiene la sensación de que el árbol está allá, pero que no es ese árbol, sino otro y siente que esa es la realidad, pero también percibe la presencia de unos simples árboles y describe la presencia del sol. Con todos esos elementos que describe habla de una realidad dónde no hay diferencia ni semejanza, simplemente la pura realidad sin intervenciones.

En su mezcla de sensaciones y percepciones describe ese mismo árbol de muchas maneras y le da unos sentidos totalmente distintos, lo que hace que el lector replantee una posición que pueda tener.

Esas preguntas que el plantea en este párrafo son las mismas que me planteo porque en este sentido no hay distinción entre sensaciones y percepciones, todo lo que el mono dice es posible en sensación y percepción, según como él lo describe y en cualquier situación, cualquier descripción adquiere el sentido que se necesita darle.

Este es sólo un ejemplo de lo que se puede encontrar en este libro, porque todos los párrafos requieren un análisis profundo, porque esta propuesta le aporta mucho al lenguaje, pero requiere de un buen tiempo para entenderlo y de un hábito de lectura considerable, aunque siempre habrá quienes lo comprendan con mayor facilidad.